miércoles, 16 de julio de 2008

De todos ellos.

Lealtad y honor bajo el mal absoluto (siamo bellissimi) no estando conformes.
Y un buen día haciendo pompas de jabón me junté con una diablilla que me dijo que era de la versión Beta de este mundo y que luchara porque me Ames.
Jugamos a buscar al rey de las cantinas, pasamos por 77 bares y de cada uno nos llevamos 80 trocitos de oro para hacerle un collar a cernunnos.
Llegamos a una amplia plaza llena de leones y flores de lotto a unos 77 metros de Ciudad Real.
R de Lavado era el único killer del momento.
Cris se perdió con Sartre y empezó a volver una vez al año, nada más, para decirnos que, simplemente, no se acordaba, sin saber hasta cuando.
Era todo tan hardcore que sólo podría salir del polvorín.
Me pasé la vida pensando que no tenías escape y no sé cómo un buen día te perdí de vista, será que ya no busco tanto las estrellas o que quizá ya no seas la Super Nova y haya que buscarte mejor.
Mis noches hoy se cuentan entre estrellas negras, anónimos, historías épicas, azucenas, ponys y ska y me parece que conseguí un equilibrio perfecto entre ellas.
Y de vez en cuando me cubre la (ya no) Virgen María con sus estelas.
Digamos que entre hooligans y skinheads anda el juego y que siendo a donde fuere la batalla, sé que muchos de los míos me esperan en valhalla.

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