martes, 10 de marzo de 2009

La terraza

Necesitábamos estar solos. Llevábamos mucho tiempo viéndonos en lugares públicos y haciendo todo lo que podíamos, pero el ser humano tiene sus necesidades.
Aquel fin de semana sus padres no estaban, así que decidimos tomar la casa.
Sinceramente, estaba nerviosa. Esto era una prueba de fuego que yo solía pasar al principio de conocer a alguien, pero habían pasado las semanas y ahora quería hacerlo bien. Mi mente daba vueltas en torno a esto mientras nos dirigíamos a su casa hablando de vete a saber qué.
La sorpresa vino cuando llegamos y nos encontramos a un amigo suyo (por desgrcia, conocido mío) echado en un sofá.
Lo que en principio pareció un peligro para nuestra intimidad, no pasó a mayores, cuando nos dimos cuenta de que el chaval estaba bajo la sustancia de, supusimos, marihuana, así que a penas pudo articular un "hola" cuando nos vio.
Nos sentamos en el sofá de al lado y nos fundimos en caricias y besos, pero antes de que pudiéramos llegar a más, se oyó la puerta de la calle abrirse.
Contemplé un desfile de parientes entrando en la casa como si fuese suya, con perros incluídos.
Después de la sorpresa inicial, pude recomponerme, sentarme como una niña buena y ponerme a jugar con los perros mientras él hacía de anfitrión.
Sin darme cuenta, pasé del nerviosismo inicial al estado de pausa, oía a la gente hablar de situaciones y personas que no conocía, así que simplemente sonreía y miraba a unos o a otros com si siguiese la conversación.
De pronto, algo llamó mi atención.
Desde donde estaba sentada podía ver la terrada del piso de enfrente. Habían quitado incluso paredes y ahora era una estancia diáfana, lo sé porque las ventanas llegaban de suelo a techo y podía ver su salón.
Había unos cuatro chicos jugando con pistolas de agua.
Una de las cristaleras, era falsa, se abría desde el centro como una puerta corredera. Supongo que cumplía la función de puerta y desde donde estaba, si te sentabas en el suelo colgaban los pies.
Uno de los chicos se acercó y la abrió para cubrirse de sus oponentes en la batalla de agua. Pensó que la porción de baldosas que quedaba tras la puerta-ventana sería suficiente para sostenerlo.
No fue así.
Vi cómo se escurría y cómo intentaba sujetarse con las manos a un cristal al que no conseguiría aferrarse ni unos segundos.
- ¡Dios mío! ¡Se va a caer! ¿Es que nadie lo está viendo? -
El salón entero me miró con los ojos como platos hasta que decidieron seguir mi mirada y entonces... entonces llegaron los rostros pálidos y las caras de pánico.
Vimos sus manos fallar y caer al suelo.
Corrimos hacia la terraza para ver cual había sido el final del cuento y... allí estaba, un adolescente pelirrojo con la cara llena de pecas y los ojos ausentes mientras un charco de sangre crecía bajo su cabeza.
Para cuando llegamos a la calle, ya habían llegado ambulancias, policías y nos encontrábamos en medio del ensordecedor ruido del ser humano y sus secuaces. La gente miraba y cotilleaba, de boca en boca corrió la vida y obra del pobre muchacho cuando él no podía confirmar ni desmentir.
Tanto barullo estaba agobiándome así que me alejé un poco de la multitud en busca de aire y sosiego, pero para mi asombro, pude ver el peor espectáculo que imaginaba.
Los chicos de las pistolas habían bajado, uno de ellos estaba usando su enorme pistola de colores chillones como cámara de televisión y, en frente, estaba otro chico, el más pequeño, de unos once o doce años, narrándole el suceso a un cepillo redonde del pelo que hacía de micrófono.
Vi como lo contaba todo con la mayor profesionalidad.
Sus cabellos pelirrojos y su rostro salpicado de pecas demostraban que su implicación en todo esto era mucho mayor que la de unos juegos de agua, pero allí estaba, como si nada.
Justo ahí tuve la certeza de lo que siempre había pensado... el mundo se está volviendo loco.

3 comentarios:

Isi G. dijo...

El mundo está muy loco, sí...

Besotes, Nanah^^

Joséduardo dijo...

y tu sensibilidad por escribir también lo está.-

Anónimo dijo...

la verdad me fascinan tus relatos , soy seguidor constante de tu blog , saludoss cuídate .