domingo, 14 de septiembre de 2008

Casi

Estar a un paso del cambio es desconcertante.
Quizá se eche la antigua vida demasiado de menos, tal vez lo último que quieras sea volver.
Supongo que lo más difícil de todo es saber que probablemente luego no haya marcha atras. Tal vez no haya nada peor ¿No? Tal vez sí.
El caso es que envejeces, o maduras, como quieras. Es inevitable.
Me siento confusa.
Aun disfrutaría con pequeñas cosas, con el sonido de los pájaros en las mañanas de primavera.
No quiero tornarme huraña y gruñona con tan poco espacio.
Me rebotarían las quejas en la cara.
No sé.
Ya no soy una adolescente aunque siga pareciéndolo. Soy una mujer encerrada en una niña, soy una niña huyendo de ser mujer.
No creo saber lo que necesito a mi lado, pero sé que no quiero seguir eternamente sola.
Estoy justo en ese momento en que eres mayor para casi todo y muy joven para lo restante.
Tengo demasiado dinero para no apreciarlo y me escasea para tener algo que sea bueno de verdad.




No estoy hecha a mi medida. Lo creo. Y mira que soy pequeñita.
Demasiado buen perfume para cualquier cuello.
Demasiado cara para cualquier bolsillo.
Demasiado elitista para ser de calle.
En la vitrinita.

No hay comentarios: