miércoles, 24 de septiembre de 2008

Corazón

Se me sale el corazón del pecho, se me rompe y se me escapa.
Se convierte en el guiño que corrompe
Se disuelve entre los grados de las copas.
Huye. Es fugaz.
Un fugitivo, esclavo de las mañanas.
En moteles, sólo es camas, canas
Envidia entre hermanas.
Truhán.
Fiel guerrero,
ascuas que doblan a hombres de acero.
Diamante que rasga armaduras de cuero.
Me lleva presa, sin voluntad
fiel a mi rey, como princesa
desposada apresada por cualquier empresa.
Partimos, entre vidas y entre vinos.
Me susurra ¡Somos LIBRES! al oído
Jugando al bien y al mal, cual dos amigos.






Yo sé a lo que compito... a veces es peor la coartada, que el delito.

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