lunes, 29 de septiembre de 2008

Huellas

Jamás pensé ver la marca de la muerte en su piel.
En SU piel, jamás.

Todos ellos miraba y nadie sabía que pasaba tras esa coraza. Nadie. Supongo que es mejor así, nadie debe saber si el guerrero sufre del corazón o de la espalda.
Que no lo vean.

Su semblante ahora marcado y pálido se traduce en fuerza pese a todo.
En valentía.

Quizá siempre pensé que estaría allí, entero e íntegro, sobreviviendo a los castigos y los golpes. A la violencia, a los huracanes si fuese así.
Hoy ví que quizá también es humano... y sangra.

Y puede que lo sepa quien le cree mejor debido a ello.
Quien sabe.
Yo sólo sé que jamás lo hubiese pensado... de ÉL... JAMÁS

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué dos entradas más hermosas, impactantes y sinceras...

Besotes, y te doy un poquito de mi esperanza para ti. Espero que sirva de algo ;)