lunes, 29 de septiembre de 2008

Huellas

Jamás pensé ver la marca de la muerte en su piel.
En SU piel, jamás.

Todos ellos miraba y nadie sabía que pasaba tras esa coraza. Nadie. Supongo que es mejor así, nadie debe saber si el guerrero sufre del corazón o de la espalda.
Que no lo vean.

Su semblante ahora marcado y pálido se traduce en fuerza pese a todo.
En valentía.

Quizá siempre pensé que estaría allí, entero e íntegro, sobreviviendo a los castigos y los golpes. A la violencia, a los huracanes si fuese así.
Hoy ví que quizá también es humano... y sangra.

Y puede que lo sepa quien le cree mejor debido a ello.
Quien sabe.
Yo sólo sé que jamás lo hubiese pensado... de ÉL... JAMÁS

domingo, 28 de septiembre de 2008

Fe

He perdido la fe. Ya... ya nada es lo mismo.
Ya no me late el corazón de sobra ni aunque me haga falta.

He sentido escalofríos a lo largo de mi espalda con dos versos en una canción y parece que ya nadie puede competir con ello.

La facilidad con la que ahora se conoce (o se cree conocer) más la ley de oferta/demanda en la que la oferta tiene cada vez más variedad, menos calidad y más cantidad... hace que se pierda lo realmente importante de la vida.

De nada sirve tener ya magníficos secretos. Nadie luchará por descubrirlos.

Y lo peor de todo... supongo... no es estar sólo o que nadie se fije en ti porque no ven tu belleza interior, el problema es cuando tienes a mil personas queriendo estar contigo y SABES que nunca sabrán realmente lo que tienes, lo que eres.

Lo que ERES.

Y la luz se va apagando. Esa pequeña chispita de esperanza de tener un amor de película, de perder el aliento porque alguien sepa lo que quieres antes que tú misma.
O algo así...

Soy y seré esclava eternamente de mis exigencias, pero... creo que no seré capaz, nunca más, de intentar amar a alguien que sólo podría amar un 10% de mí... el otro 90% se sentiría...

...tremendamente SOLO.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Él

Era muy duro amar a alguien como Dorian.

La belleza es un don que lleva consigo una muda maldad.
Admiración sin límites.
Ya le pasó a Narciso, lo bello lleva la muerte tras la espalda, así como el ingenio la lleva de la mano.

Llega, el mundo enmudece y todas las caras alrededor se vuelven borrosas.
Sus ojos son luz cegadora.
Susurros serpenteantes, como un pentagrama de nylon que te ata las manos.

Y cae la consciencia como embriagada.

Si... si me mira... creo que no me importará que algún filo sacado del bolsillo me separe la piel del cuello, ni la ropa del cuerpo. ¡Oh, Dorian!

Ojalá la desesperanza y el vacío que dejas en mí cada vez que te vas y me abandonas, sea una arruga, una cicatriz más en tu afilado rostro... ¡Ojalá, maldito!...


Ojalá...






...vuelvas pronto.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Dos

Quiero que seamos TÚ y YO.
Sin nombre, sin mundo, sin gente alrededor.
Dos. Ni amigos ni familia.
Dos y la entropía.
Dos almas en un cuento, dime ¿Qué tal beso? Te palpo la ilusión en un momento.
Sístole. Mi alma en tus pulmones.
Diástole. Tu mano entre mis piernas.
Dejé el sentimiento, pasión, mil amores... dame tres palabras que son "yo te entiendo".
Las voces, son ruido.
Tú, mi punto de partida.
Te veo en mis ojos, ahora todo incendio tiene una salida.
Las calles nos miran.
Mi niño me mima.

Quiero gritarlo, atravesar el sol, áureo reflejo... Que soñar siendo poco, es todo cuanto tengo.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Sálvame

Sálvame.
Sálvame de todos. De todos aquellos que quieren amar.

Sálvame de todos esos lobos que buscan una imagen celestial.

Quítame pasiones, que este alma ya no aguanta más.
Sus voces me susurran un amor perdido... cada uno es una figura, unos ojos, un lugar.

Siento que hay mil vidas en mí.
¡Sálvame!
Cada una tiene su propio Don Juan.
Al final, me romperé en pedazos y nacerán mil hombres, cada uno con un nombre y un final.

Moriré colina abajo, mar adentro, en pecado y en altar.
Traeré niños al mundo y perderé mi estirpe, de vieja, de joven, de maldad.

La liga, el corsé, la falda, las medias.
Las esposas, la fusta, el cancán.
Tacones, gabardina, carmín rojo.
La bruma, la noche, el despertar.

¡Sálvame! ¡Por Dios! O perderé la esencia.
Me derramaré en cada boca.
He de probar.

¡Sálvame! O me quedaré sola, cuando ya no quede aliento que a otros dar.

Corazón

Se me sale el corazón del pecho, se me rompe y se me escapa.
Se convierte en el guiño que corrompe
Se disuelve entre los grados de las copas.
Huye. Es fugaz.
Un fugitivo, esclavo de las mañanas.
En moteles, sólo es camas, canas
Envidia entre hermanas.
Truhán.
Fiel guerrero,
ascuas que doblan a hombres de acero.
Diamante que rasga armaduras de cuero.
Me lleva presa, sin voluntad
fiel a mi rey, como princesa
desposada apresada por cualquier empresa.
Partimos, entre vidas y entre vinos.
Me susurra ¡Somos LIBRES! al oído
Jugando al bien y al mal, cual dos amigos.






Yo sé a lo que compito... a veces es peor la coartada, que el delito.

martes, 23 de septiembre de 2008

Recuerdos

Recuerdo la primera vez que no te vi, incluso recuerdo cada palabra que no salió de tus labios, así como cuando escuché tu voz en diferido.
Eres una persona dentro de un archivo.
Recuerdo cuando parecía que íbamos juntos a clase, que nos habíamos cruzado en la calle ese fin de semana.
Ibas tan guapo ^^
Recuerdo cuando creí oirte suspirar a mi espalda, respirar en mi nuca, jugar con mi pelo.Todo, como si acabara de pasar en este mismo instante, que nunca llegó.
Y vuelvo a la cama pensando en volver a tocarte, en respirar tu esencia, en cumplir mi deseo, en reir en tus bromas (que siempre son escritas)
Decidir si el recuerdo seguirá intacto, seguirá exacto.
Lo que no recuerdo es el olvidarte, quizá nunca quise intentarlo, quizá es demasiado pronto o demasiado tarde para decir nada.
No hablo del tiempo.
No tengo reloj.


Tic...Sin llegar al final.

Recuerda el recuerdo como sea que quieres y así nunca te defraudará.

Cómo se ama

Hoy te he visto
con los ojos cerrados
en la cama.

He intuído
entre los cerrojos
tu mirada.

He leído
más que tus versos
la paz del alma.

He sentido
por vez primera
cómo se ama.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Suficiente

Haga lo que haga nunca es suficiente.
Soy una inútil, no queda más que hablar.

Universitaria. Veinte años.
Sé de política, de historia, de literatura, de filosofía... Sé resolver los puzzles más difíciles, sé de fotografía, sé reconocer el arte y la magia cuando lo veo, sé amar, se hacer sentir especial a la gente que está a mi alrededor.
Sé empatizar con cada escala social, con cada idea, con cada lágrima.
Sé de sueños. Sé de lealtad y de buenas maneras. Sé hacer reir a un niño.

Pero soy una inútil, porque nadie me dejó nunca hacer nada.
Y ahora es digno reprocharme que no sé hacer lo que nunca me enseñaron a hacer.
No valgo nada porque no hay un porcentaje de sueldo que dar en casa ¿Por qué? Porque era mejor estudiar, ser alguien, aunque eso no sea suficiente.
Soy una inútil.

A veces ni siquiera sé para que estoy aquí. Quizá ese sea el esencial problema.
Quizá debería coger la escoba y dejar los sueños.
Tal vez así sería mucho más fácil.
Matar al genio.
Sacar al hombre.
Y que muera todo lo que quise ser, lo que tengo, no vale nada.

Deep blue

En algunos momentos se me caen las manos. La sonrisa.
Creo que necesito simplemente respirar más fuerte, pero no sé, no me sale.
Sólo un paso fuera de la puerta y el Sol brilla.
La brisa.
La brisa calma mi llagada espalda. Mi fugaz corazón. Mi alma incandescente.
Necesito sentir que de verdad TENGO algo.
Poder negarles la legitimidad a los amores circunstanciales, pensar ¿Dónde está mi alma gemela? Por ella valdría la pena perder el aliento, las piernas si fuera menester.
Sin embargo me contento con abrazos contextuales o relaciones efímeras.
Le guardo lealtad.
A él.
A todos.
Aun sabiendo que pocos lo merecen y que tal vez él, debería pasar a ser uno más de todos.
¿Me siento sola? Tal vez sea eso. Tal vez el tiempo me parece demasiado pesado, demasiada carga en los hombros, demasiado aire sobre la cabeza... la presión ¡Maldita presión!
Mis rodillitas son pequeñas.
Son juguetes de cuerda.
Dedos que se quiebran.
Ya no pueden tocar.

Casi

Estar a un paso del cambio es desconcertante.
Quizá se eche la antigua vida demasiado de menos, tal vez lo último que quieras sea volver.
Supongo que lo más difícil de todo es saber que probablemente luego no haya marcha atras. Tal vez no haya nada peor ¿No? Tal vez sí.
El caso es que envejeces, o maduras, como quieras. Es inevitable.
Me siento confusa.
Aun disfrutaría con pequeñas cosas, con el sonido de los pájaros en las mañanas de primavera.
No quiero tornarme huraña y gruñona con tan poco espacio.
Me rebotarían las quejas en la cara.
No sé.
Ya no soy una adolescente aunque siga pareciéndolo. Soy una mujer encerrada en una niña, soy una niña huyendo de ser mujer.
No creo saber lo que necesito a mi lado, pero sé que no quiero seguir eternamente sola.
Estoy justo en ese momento en que eres mayor para casi todo y muy joven para lo restante.
Tengo demasiado dinero para no apreciarlo y me escasea para tener algo que sea bueno de verdad.




No estoy hecha a mi medida. Lo creo. Y mira que soy pequeñita.
Demasiado buen perfume para cualquier cuello.
Demasiado cara para cualquier bolsillo.
Demasiado elitista para ser de calle.
En la vitrinita.

martes, 9 de septiembre de 2008

De verdad importa

Me resistía a reconocer lo inevitable.
Se me ablandaba lentamente el corazón.
Ese gemelo helado que siempre iba conmigo, que me servía de refrigerio para el whisky.
Ahora... ahora me estaba abandonando, se hacía débil, como mi cuerpo... ahora dejaba el interior del pecho como un bebé en la jungla, blandito y rosa, inservible para la batalla.

En este mundo, se forman guerras en los portales, en los andenes de metro... se ven ocupados repentinamente por enormes tablas de windsurf frías y duras, que arrollan a los pasajeros extraviados, diezman la sobrepoblación.
Salen cuchillas de entre las rosas, punzones de hielo sobre los claveles, nieve que mata de hambre, envidia que mata de frío. Un cachorro rompe una familia, los nuevos vecinos dos matrimonios, y así... el amor caduca, casi tan temprano como la leche, ojito en verano, salmonella (tú lo sabes bien ¿Verdad? Cómo llorabas en mis brazos, ahora abrazas tu tortura)

Y con tantos peligros ocultos, inclasificables, yo estoy perdiendo mi coraza interna, y cada vez estoy más a merced de este mundo de fiestas comerciales, de amores de barra y de cine (es decir, de pocas horas, delirio, mareo y resaca).
Yo nací para amar eternamente.
Lástima que nadie sea eterno y tenga que cambiar de rehén constantemente.
Me encariño con todos.
Ellos... no.

¿Donde está el síndrome de Estocolmo cuando se necesita?

viernes, 5 de septiembre de 2008

Yo quería

Yo quería hacer uno propio... pero las cosas no siempre salen como uno quiere.
Yo quería ser gato, quería ser gato gordo y familiar, tener mi propio cepillo de cerdas de crin de caballo y mi cestita, con un gran lazote negro.
Yo quería volar bajo el agua, con caballitos de mar enredados en el pelo.
Con arena dorada bajo la piel.
Yo quería tener la piel azul como las sirenas. Como los muertos.
Yo quería respirar música.
Yo quería entrar al teatro por la puerta de atrás y salir por la puerta grande, llevándome el telón y la primera fila conmigo.
Quería vender las entradas a mi vida por la voluntad del comprador.
Yo quería tener lo mejor de mi padre.
Yo quería llorar vino para tener a viejetes "cuenta-batallitas" a mi alrededor contándome como fue la guerra y su primer amor.
Yo quería tenerTE a mi lado, pero solo tuve TÉ (que está muy rico)
Yo quería entenderme, quería ver mas allá de las lentes.

Creo que es una lista muy larga para un pasado tan corto.
Querer demasiado, deja un gran vacío.